29 octubre 2008

lentes con capa anti reflejo

Desde hace muchos años, cuando empezó a generalizarse el uso de computadoras, fueron apareciendo también, molestias en los ojos, relacionados directamente con el uso de éstas. Entonces las empresas productoras de lentes sacaron al mercado algunos productos que se ofrecían para solucionar esas molestias de reciente aparición.

Recuerdo especialmente la compuscreen que eran unos plásticos amarillos sin graduación recomendados para “proteger del daño causado por las radiaciones emanadas de la computadora”. Cuando el proveedor me invitó a vender compuscreen le pedí información que justificara recomendar su uso, y después de darle vueltas al asunto, me dijo que no contaba con ella.

Entonces mandé una carta al departamento de investigación de una empresa fabricante de lentes, solicitando esa misma información. Y ellos me mandaron un gran expediente cuyas conclusiones se resumían en: no hay evidencia de que las pantallas de las computadoras emitan algún tipo de radiación que dañe los ojos. Es decir, yo nunca vendí un solo lente compuscreen.

Sin embargo es un hecho que la computadora provoca molestias diversas a quienes la usan en exceso. Molestias que se pueden resumir con el término cansancio. Este problema, ya no tan nuevo, pero ahora más extendido, se soluciona usando lentes adaptados para ese fín.

Ahora la moda es recomendar el lente con capa anti reflejante, o AR, para trabajar con computadora. Pero lo importante no es el material ni los accesorios, sino la graduación. El lente con AR, por sí solo no soluciona las molestias que la computadora provoca. El uso de la graduación adecuada, con o sin AR, es lo indicado. Sin embargo, los lentes AR son bonitos porque permite que los ojos de quien los usa se vean claramente, y resultan muy cómodos para manejar de noche. Además, desde que se fabrican en serie se pueden conseguir muy baratos. Vale la pena probarlos.

22 octubre 2008

Congreso de Optometría

Asistí al 4to Congreso de Actualización en Optometría en Michoacán, el 11 y 12 de octubre de este año, que tuvo lugar en Morelia. Aparte del cansancio del viaje y del cambio de horario, el pedacito de Morelia que conocí me sorprendió agradablemente. Para mí, habitante del desierto, resulta apabullante tanto verdor y un clima tan benévolo.

En el evento se expusieron temas muy variados e interesantes, como lentes de contacto, campos visuales, ojo seco, avances tecnológicos en la fabricación de lentes, queratocono, entre otros.

Las exposiciones estuvieron a cargo de optometristas y oftalmólogos principalmente, y su contenido fue evaluado por autoridades de la UNAM, el IPN y la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

En las siguientes entradas iré comentando poco a poco sobre los temas que vimos en el congreso, porque me gustó mucho ver que los optometristas se dedican no solo a adaptar lentes, sino que algunos trabajan para laboratorios de tallado de lentes, otros para laboratorios farmacéuticos, otros en temas educacionales y algunos en investigación biomolecular.

Ya me apunté para el 5to Congreso en octubre de 2009. Pero voy a tomar fotos para que me crean lo bonita que es Morelia.

15 octubre 2008

Transplante de córnea

Los lentes del ojo son la córnea y el cristalino. Estos lentes deberán tener el tamaño y curvatura correctos para enfocar adecuadamente, pero también deben ser totalmente transparentes para que la luz los atraviese sin dificultad. Cualquier opacidad o pérdida de transparencia de estos lentes provocará una imagen defectuosa. La falta de transparencia en la córnea se llama leucoma (leucos=blanco). Cuando la córnea pierde transparencia, el daño visual que ocasiona es parecido al de las cataratas, que es falta de transparencia en el cristalino.

Qué ocasiona un leucoma? En el papiro de Ebers (Egipto, 1500 a.C.) se menciona la opacificación de la córnea como un padecimiento frecuente y se recomienda la aplicación de bilis de tortuga mezclada con miel para su tratamiento. Con toda seguridad dicho tratamiento jamás logró su objetivo, por eso no se siguió usando.

La córnea puede opacificarse por muchas causas. La cicatrización producida por heridas, quemaduras, úlceras o infecciones severas, se traduce en la formación de tejido opaco, que si bien beneficia en la protección, es nocivo en cuanto a la función óptica.

En casos como el queratocono a la deformación sigue la presencia de leucomas centrales que dañan aún más la deteriorada visión del ojo. Cualquiera que sea la causa el resultado es el mismo: pérdida de transparencia corneal con la consiguiente pérdida de la visión.

Como la pérdida de transparencia en la córnea no puede ser solucionada con recursos ópticos ni medicamentos, la única solución viable es el reemplazo del tejido dañado. A esto se le llama transplante de córnea. En el transplante se utiliza tejido corneal de otro ser vivo, humano o no, o puede usarse una prótesis de material semejante

Los transplantes de córnea se intentaron desde el siglo XVIII, sin éxito. En el siglo XIX se lograron avances importantes gracias al invento del trépano, que es un cuchillo circular que facilitó la operación.

A partir de 1930 se utilizan con éxito córneas de cadáveres humanos. Y en la actualidad los transplantes se administran mediante los bancos de ojos que preparan las córneas de donadores altruistas que las ceden al momento de su muerte. Una de las complicaciones más temidas es el rechazo.

Referencia:

08 octubre 2008

De la hojita del calendario

La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.
- Benjamín Franklin.

01 octubre 2008

Lentes de contacto convencionales o desechables?

Ahora que está de moda ser ecológicos, lo “verde” es la tendencia a reusar, reciclar, rellenar, etc.

Pero esta moda no para todo es buena. En el caso de los lentes de contacto, los mejores son los desechables. Porque desechable no necesariamente quiere decir de menor calidad. Los lentes de contacto blandos están fabricados de un material muy poroso (hidoxietilmetacrilato HEMA) que con el tiempo va permitiendo la adherencia de sustancias propias de la lágrima como son las proteínas que alimentan la córnea. Estas adherencias son difíciles de limpiar del lente y hacen que a medida que pasan los meses, el lente se vuelva menos cómodo y transparente. Esto implica que aunque teóricamente los lentes convencionales duran un año, es muy probable que a los seis meses ya no den una visión tan buena como cuando están nuevos.

Por otro lado, los lentes de contacto desechables que están fabricados para que duren un mes, no tienen tiempo de ponerse viejos porque se cambian cada mes, o mes y medio, por un par nuevo y estéril, con lo que baja drásticamente el riesgo de infección en los ojos, ocasionada por lentes contaminados.

Hago una recomendación especial para no comprar lentes de contacto de marca dudosa o poco reconocida, por gastar menos. Los lentes de contacto van pegados al ojo y se debe ser cuidadoso en comprar los fabricados con procesos de alta calidad: Bausch & Lomb o Johnson & Johnson son seguros.