10 diciembre 2008

El examen de la vista

Dividí este tema en dos partes para hacer más fácil su consulta. En esta primer parte hablaré de para qué sirve practicarse un examen de la vista, quién hace el examen y con qué frecuencia es conveniente hacerlo.

Un examen periódico de los ojos es una de las mejores formas de proteger la visión. Es muy importante detectar problemas de los ojos lo más pronto posible, ya que algunos de estos problemas pueden dañar irreversiblemente antes de causar síntomas. Un examen regular con un especialista de los ojos ayuda a :

  • Detectar enfermedades de los ojos
  • Corregir los cambios que suceden por el envejecimiento
  • Reducir el esfuerzo de los ojos, la fatiga y el estrés en sus actividades de la vida diaria
  • Sentirse seguro de que está viendo lo mejor que puede
Los encargados de proporcionar los cuidados de los ojos pueden ser tres diferentes: el médico oftalmólogo, el licenciado en optometría y el técnico optometrista u óptico.

El oftalmólogo es quien primero estudia la carrera de medicina y luego se especializa en enfermedades de los ojos, tiene licencia para practicar cirugías y recetar medicamentos cuando es necesario, y recibió entrenamiento para adaptar lentes.

El optometrista estudió una licenciatura para saber adaptar lentes de armazón, lentes de contacto, conoce de farmacología y de enfermedades de los ojos para poder brindar los cuidados preventivos necesarios, pero en general trabaja con ojos sanos.

El técnico optometrista recibe entrenamiento en el trabajo, o en diplomados, siendo aprendiz primero por varios años, y surte las recetas de los lentes de armazón, a veces de contacto, y adapta lentes si sus habilidades en la retinoscopía se lo permiten.

Los niños y adolescentes deben examinarse siempre que tengan algún problema de la vista o síntomas oculares, y los exámenes de rutina se recomiendan a todos los que tienen enfermedades que puedan afectar la salud ocular, como la diabetes o la hipertensión arterial.

Si la persona usa lentes debe examinarse una vez al año, y si no usa lentes y no tiene enfermedades de riesgo para los ojos, debe examinarse al menos una vez entre los 20 y los 40 años de edad, y una vez al año o cada dos a partir de los cuarenta.

Esta última recomendación se debe a que al avanzar la edad, va aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades de los ojos como cataratas, glaucoma o degeneración macular

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